La encrucijada
La irrupción de las tecnologías disruptivas ha transformado radicalmente el tejido social y económico, generando nuevos modelos de negocio y retos sin precedentes.
En este contexto, la consultoría jurídica se encuentra en una encrucijada; está llamada a adaptarse y evolucionar para acompañar a las empresas y particulares en su tránsito por este nuevo entorno «superdigitalizado» o seguir funcionando en base a modelos que solo responden a las exigencias actuales de forma parcial o limitada.
Disrupción y regulación
Tradicionalmente, la consultoría jurídica se ha centrado en la interpretación y aplicación del marco legal existente. Esto continúa siendo así. Sin embargo, el vertiginoso avance tecnológico ha generado vacíos legales y ha puesto a prueba la capacidad de las normas jurídicas para regular fenómenos emergentes como la inteligencia artificial, la blockchain, el manejo de mensajes de datos, la realidad virtual o la biotecnología.
¿Servicios «Contactless»?
Adicionalmente, las formas de materializar servicios están mutando y ya, por ejemplo, las largas entrevistas de trabajo presenciales entre prestadores y receptores de servicios que, sin duda, tienen su «encanto», han cedido espacio a maneras de comunicación más eficientes, basadas en las tecnologías de la información y la comunicación (TICs).
Respuestas ante el nuevo panorama
En este nuevo escenario, la consultoría jurídica debe asumir un papel proactivo, anticipándose a los cambios y brindando asesoramiento estratégico a sus clientes. Esto implica:
- Estudio y actualización: Los consultores jurídicos deben profundizar sus conocimientos en áreas como el derecho tecnológico, la protección de datos, la propiedad intelectual y la contratación electrónica.
- Interdisciplinariedad: La colaboración con expertos en tecnología, economía y otras disciplinas se vuelve esencial para comprender las implicaciones legales de las innovaciones.
- Adaptabilidad: La capacidad de responder rápidamente a los cambios normativos y tecnológicos es crucial para brindar un servicio de calidad.
- Personalización: Muy al contrario de lo que muchos piensan, la aplicación de tecnologías disruptivas a la consultoría no implica un proceso de estandarización. Al contrario, hoy más que nunca los servicios de consultoría pueden ser altamente personalizados gracias a los avances tecnológicos de punta. Los consultores jurídicos deben entender los objetivos de vida y de negocio de sus clientes y asesorarlos en la toma de decisiones estratégicas que minimicen riesgos legales en sus situaciones particulares.
Retos y Oportunidades
La consultoría jurídica en tiempos de tecnologías disruptivas se enfrenta a diversos retos, como la complejidad creciente de la regulación, la necesidad de mantenerse actualizado en un entorno en constante evolución, la competencia de nuevas plataformas tecnológicas que ofrecen servicios legales automatizados y, tal vez, la «deshumanización».
Sin embargo, también se presentan numerosas oportunidades. La digitalización de los procesos legales, la automatización de tareas rutinarias y el uso de herramientas de análisis de datos permiten a los consultores jurídicos optimizar su trabajo y ofrecer servicios más eficientes y personalizados. Además, la creciente demanda de asesoramiento legal en materia tecnológica abre nuevas puertas para los profesionales del sector.
El Futuro de la Consultoría Jurídica
El futuro de la consultoría jurídica se vislumbra como una disciplina cada vez más especializada, tecnológica y orientada a las necesidades de las personas, tanto jurídicas como naturales. Los consultores del futuro serán capaces de:
- Asesorar en la implementación de nuevas tecnologías: Ayudando a las personas, empresas y todo tipo de organizaciones a aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías disruptivas de manera legal y segura.
- Gestionar riesgos legales asociados a la innovación: Identificando y mitigando los riesgos legales que pueden surgir en el desarrollo de nuevos productos y servicios.
- Defender los derechos de los clientes en el entorno digital: Protegiendo su privacidad, su propiedad intelectual y sus intereses,tanto personales como comerciales o, incluso,institucionales en el mundo online.
Aquellos consultores que sean capaces de adaptarse y aprovechar las nuevas oportunidades estarán mejor preparados para enfrentar un futuro que ya viene arropándonos.
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Nota: Esta publicación es de carácter estrictamente informativo y no constituye asesoría o consejo legal formal aplicable a casos particulares o específicos.